Según : Corbera, E. «Biodescodificación, el código secreto del síntoma».
Causa:
Le falta aire, ligereza, libertad, en el intercambio distendido: no acepta que la relación que tiene sea pesada, precintada.
Según : Bourbeau, L. «Obedece a tu cuerpo, ¡Ámate!» (1999) / Editorial Sirio, S.A.
Causa:
El hecho de tragar el aire en lugar de respirarlo se debe a un miedo repentino. Este miedo puede ser ocasionado por un acontecimiento súbito o por un pensamiento. Además, tiene dificultad para recibir pensamientos bellos, gestos o cumplidos que ayudarían a nutrir su autoestima y por ello, los devuelve. Las buenas intenciones de los demás pueden ser mal interpretadas, lo cual le ocasiona miedos repentinos.
Solución:
Permítase aceptar lo que los demás le ofrecen, viendo más lo que ellos aprecian en usted.
Según : Hay, L. «Usted puede sanar su vida» (Traducción de Marta I. Guastavino) Diseño Winfried Báhrle Ilustración: W. Krutein/Liaison. Círculo de Lectores, S.A.
Causa:
Miedo. Tragarse la vida con demasiada rapidez.
Reprogramación:
«Hay tiempo y espacio para todo lo que necesito hacer. Estoy en paz.»
Según : Martel, J. «Diccionario de enfermedades pensamiento consciente» (Edition quintessence)
Causa:
Vinculada con su voluntad de ír demasiado de prisa. De ese modo, también evita enfrentarse con sus miedos. La tensión aumenta por el hecho de tener que digerir nuevas ideas y siente la necesidad de liberarse de esa tensión.
Solución:
Aprenda a ir más despacio y a tomarse el tiempo necesario para sus comidas. Tome el tiempo de vivir, ya no va a estar escazo de aliento para el ritmo acelerado de la vida y se sentirá mejor.